¡UFF! ¡Qué calor hace en verano en la Tierra!. Esto puede hacer que nos cueste ir a dormir.
Por otra parte las noches de verano son las mejores del año para contemplar los cielos, o si tenemos la suerte de estar en algún lugar con jardín, campo o playa, cenar al aire libre después de jugar con amigos o familiares al escondite y contar historias divertidas a la luz de la luna puede ser una experiencia que merezca la pena, aunque robemos alguna hora al necesario momento de ir a dormir.
No obstante si te cuesta conciliar el sueño debido al calor o al cambio horario de la primavera, puedo darte algunos consejos que suelen funcionar.
Es muy recomendable dejar las pantallas para otro momento, al menos una hora antes de ir a la cama. La luz azul de los teléfonos o tabletas engañan al cerebro y lo hacen confundir el ciclo del sueño. También es una costumbre sana -que si consigues adquirir no te arrepentirás- enchufar estos aparatos fuera del dormitorio para que te dejen absolutamente en paz.
Puedes pasar un buen rato de otro modo que facilite un estado de ánimo propicio para entrar en el sueño apaciblemente. Mi actividad favorita antes de dormir es escuchar un buen cuento, leerlo, ver las ilustraciones etc. Si no sabes leer aun seguro que encuentras quien te lo cuente y apuesto a que te irás durmiendo antes de escuchar el final
Seguir las rutinas de siempre ayuda a tu cuerpo a entender que va llegando la hora de descansar, un baño con espuma, pijama o ropa ligera de dormir limpita y no te olvides de lavar tus dientes como ya sabes.
Escuchar una música tranquila o lo que siempre se ha llamado una ‘nana’ sin duda te puede relajar tanto como los besos, cariños y abrazos de papá o mamá.
Si duermes con hermanas o hermanos contaros cosas graciosas desde la cama o incluso podéis practicar algún juego con humor que hará que entréis en el sueño con una actitud alegre, y esto suele ser infalible para espantar las pesadillas.
Lo que hagas en el día también influye en cómo estás a la hora de ir a la cama. Pasar tiempo al aire libre, jugar y hacer ejercicio es fundamental porque ordena el reloj interno que los humanos tenéis y activa las hormonas del sueño.
Por último, recomiendo que tu dormitorio tenga un aroma agradable a hierbas frescas como la lavanda y que te sientas a gusto con tus cosas. Si has viajado y no estás en tu hogar habitual, puedes llevarte algún objeto muy cercano que te haga sentirte como en casa.
Son perfectos los pequeños Ratoncitos Dulces Sueños ( jjjj si acertaste: mis vecinos de Villa Quesiluna). No ocupan mucho espacio y sin embargo te acompañarán mientras duermes velando tus dulces sueños.
Y si el calor aprieta, y no se mueve brisa desde tu ventana, prueba con un buen ventilador para crear esa brisa y poder entrar en el sueño, cerrando poco a poco tus ojos.
Nuestras recomendaciones:
Dejar las pantallas para otro momento
Escuchar un buen cuento, leer
Un baño con espuma
Pijama o ropa ligera
Lavado de dientes
Escuchar música tranquila
Juegos de palabras con humor
Cariños de mamá y papá
Pasar tiempo al aire libre por el día
Un ambiente agradable en el dormitorio
La compañía de alguna de tus cosas que te recuerden tu hogar
¡Buenas noches estelares!